El reto del #SábadoDeCerveza - Semana 418

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Hola, un saludo, apretón de manos, besos y abrazongos para todos los que transitan a esta hora por #beer.

Siempre es un placer compartir con ustedes mis aventuras relacionadas con esta bebida y, aunque esta historia no me enorgullece demasiado, tampoco es que me arrepienta. Así que la asumo con la frente en alto.

Los pongo en contexto.

Durante casi dos años trabajé en un Joven Club de Computación. Allí trabajábamos 12 horas, en días alternos. Sin embargo, en ocasiones debíamos doblar turnos, ante la ausencia de otro trabajador.
A causa de esos “turnos dobles” recuerdo que, en el que supuestamente debía ser mi día de descanso, tuve que trabajar el 24 de diciembre, el 31 de diciembre, día de los enamorados… ¡El Día de la Mujer!, a pesar de que en el equipo de trabajo había varios hombres y que había trabajado, mi turno normal el día antes.

Pero la copa que terminó de rebosar el vaso fue cuando, después de cumplir mis 12 horas, el sábado antes del día de las madres, me dijeron que mi compañero (hombre) no iba a presentarse al día siguiente y yo debía trabajar las 12 horas que le correspondían a él… ¡El Día de las Madres!

Por más que intenté conciliar con los jefes una solución menos radical para la única mujer y madre del equipo en ese momento, se negaron a mover piezas, a planificar un plan de trabajo de contingencia. Así que el domingo de las madres tuve que ir a trabajar 12 horas, mientras los colegas hombres descansaban en sus casas.

Fui a regañadientes, decepcionada y con unas ganas tremendas de que se fuera el fluido eléctrico, suceso tan común en Cuba, para no tener que prestar servicio, ya que el objeto social de Joven Club se deformó tanto con el tiempo que, básicamente, alquilar PC para juegos dentro del propio local es una de sus actividades más significativas. En sus inicios era mucho más profundo y enriquecedor, pero con los años terminó siendo solo eso: una sala de juegos.

Pues, ¿qué creen? Una hora después de haber llegado al trabajo, se llevaron el fluido eléctrico. Y no lo volvieron a poner hasta la noche. Por tanto, no hubo clientes que atender en todo el día.

Al mediodía mi esposo y mi niño me llevaron el almuerzo, el cual traía la sorpresa de dos ricas Tínimas, una cerveza cubana que se fabrica en Camagüey.

Y así, mi Día de las Madres de ese año, no fue del todo malo.

Por suerte, días después, cuando mis jefes pretendían que me quedara allí en el local de cristales frágiles completamente sola durante el paso de un Huracán, solicité la liberación y me alejé cuanto pude de los Joven Club de Computación.

Pero, retomando la parte buena de la historia, si algún día visitan Camagüey, Cuba, no dejen de pedirse una Tínima fría y clara, que te abraza la garganta.

Esta es #BeerSaturday semana 418 y me gustaría invitar a @maiasun84 a escribir un post en cualquier idioma sobre ceeveza con al menos tres imágenes 🥰


Este post fue redactado sin el uso de IA. Las imágenes me pertenecen y el baner fue creado en Canva.

🌻Gracias por pasar por mi blog, espero que te haya gustado y que vuelvas pronto. Te estaré esperando 🥰



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11 comments
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Que digan lo que quieran de las marcas de cervezas reconocidas en el mundo. La Tínima seguirá siendo mi favorita. Cerveza de mi tierra, con su nombre aborigen, con la que papi nos enseñó el gusto por las burbujas amargas jjjj

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Doy fe de la calidad de la Tínima.
Nunca más volví a probar una cerveza tan sabrosa!!
Del JC hablamos después.
🌻

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No soy fan de la cerveza clara, pero con la Tínima hago la excepción 🤭

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Claro que siempre pasaré por tu blog para leer contenido ameno e interesante, la Tinima es parte de la identidad de los que cargamos está tierra en el alma.

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