Una vocación en la melodía menos pensada | |Risingstar- Concurso [ESP/ENG]

Spanish

Desde que nació Nalani, Kayla se esforzó por instruirla de lleno en las costumbres familiares, modales, etiqueta, estilo y sobre todo música, ya que después de todo la familia que Kayla representaba era de las más distinguidas y de la clase más conocida, siendo ella incluso una reconocida pianista que no solo tocaba piano de manera convencional, sino que se había educado en un arte único, mezclando sonidos y formas de adecuación de las notas a tal punto que era capaz de conmover al más cuadrado y cerrado en estilo musical clásico.

Conforme pasaban los años, pasó por un sinfín de instrumentos musicales, canto, estilos musicales y todo lo que fuera necesario con tal de lograr una comprensión única en la música; bueno, ese era el objetivo de su madre. Sin embargo, algo pasaba que Nalani, por más que aprendía y lograba dominar, no llegaba a sentir interés real por ningún instrumento o música; era como si simplemente no daba con algo que la llenara a tal grado de amar, y conforme intentaba algo nuevo, era igual la sensación en ella.
Para cuando cumplió 15 años, era toda una erudita musical; tenía una voz única y una forma de entender la música que incluso lograba superar a su madre y, claro, Kayla estaba muy orgullosa, pero aun así notaba la forma inexpresiva de su hija de ser ante todo esto. Sabía que era raro que para su edad aún no encontrara su pasión y, hasta cierto punto, le sentaba mal que solo siguiera y se desenvolviera en la música sin sentirla realmente. Por lo que, para la preparación de su fiesta, intentó hacer que para Nalani fuera toda una aventura.

Kayla tenía pensado hacer una melodía para su hija y tenía todo preparado, por lo que, queriendo encontrar un acorde y arreglo musical ideal, fue con su buen amigo Weston, el cual tenía un pequeño espacio donde producía música y estaba adecuado para todo lo que ella necesitara, por lo que incluso decidió que Nalani la acompañara, puesto que ella aún no conocía muy bien todo lo que implicaba esta área de la música. Y en un principio ella estaba algo renuente, puesto que, hasta cierto punto, Nalani comenzaba a sentir que era aburrido y monótono todo el mundo musical.

Ella llegó y fue cordial, se sentó a un lado y observó a su madre estar hablando de melodías con su amigo Weston. A ella le intrigaba un poco su forma de ser; era como si buscara descifrar su estilo o qué escuchaba, puesto que la costumbre de su familia era todo clásico y en los estándares que le habían enseñado, por lo que para Nalani Weston era alguien nuevo. Sin embargo, no pudo indagar en esos pensamientos, pues una vez que observó el área de producción de músicas, sus ojos se posaron como si hubiera visto un tesoro. Su madre le había comentado sobre temas de modulación y arreglo; sin embargo, era la primera vez que veía algo de este estilo.

Weston se sentó en esa silla ante aquel gran teclado de botones, palancas y diversos volúmenes, mientras su madre al otro lado probaba con pequeñas partituras a ver si le gustaba cómo sonaba aquello que componía. Casi por instinto, Nalani se acercó y, sin inmutarse, preguntó directamente qué era todo eso. Él sabía de Nalani; sin embargo, era la primera vez que interactuaba, pero eso no impidió que, como un dedicado profesor, comenzara a explicar cómo, apretando y adecuando un poco una melodía, podía tener desde efectos hasta acompañamientos capaces de realzar; incluso entre todo eso, hizo que Nalani apretara un modulador y lo cambiara de frecuencias, lo que hizo que lo que estaba su madre tuviera un tono chistoso, haciendo que Nalani estallara en carcajadas.

Kayla observó con incredulidad cómo su hija parecía tener una alegría genuina mientras tocaba y movía cada parte de las diversas consolas musicales que le iba enseñando Weston, lo que la hizo pensar que tal vez la pasión de su hija no sería algo tradicional. Las semanas antes de la fiesta pasaron y Nalani insistía a su madre para acompañarla a ver a Weston y que este le enseñara más sobre todo ese mundo que no conocía, cosa que, aunque la llenaba de dudas, solo con ver la alegría de su hija era más que razón suficiente para dejarla ir, y ella no lo sabía, pero en cada visita Weston estaba viendo potencial en Nalani para desenvolverse en ese mundo y ser una productora musical, por lo que sabía que tal vez Kayla no estaría de acuerdo, por lo que ideó una estrategia para convencerla.

Weston cada vez le enseñaba lo necesario e incluso se sorprendía con lo rápido que Nalani aprendía, llegando hasta a añadir iniciativa a cada prueba, lo cual hacía realzar más ese talento, por lo que cada vez estaba más convencido de que esta sería la vocación ideal de ella. Nalani había recibido de Weston una melodía que sería un acompañamiento y le dijo que le dejaría trabajar en ella y hacer que ella fuera quien la hiciera brillar, cosa que la emocionó mucho y cada vez que iba le mostraba avances, así como la instruía en aquello que fuera necesario, por lo que una vez estuvo lista, Weston le dijo que se la dejaría oír ya finalizada junto con la melodía principal como regalo de cumpleaños el mismo día de su fiesta.

Llegó el tan ansiado día y todos estaban sorprendidos con lo hermosa que estaba Nalani y lo emocionada que parecía, puesto que era la primera vez que la notaban tan feliz. Ella estaba ansiosa porque Weston le mostrara aquella música y a su vez Kayla también, puesto que con tantos preparativos había dejado su composición en manos de este y no sabía del todo el resultado final de lo que tanto había trabajado para su hija. Por lo que estaba muy nerviosa cuando el momento llegó. Ella dio unas palabras explicando que había compuesto una melodía para su hija y que la tocaría allí mismo para ella, por lo que sin más se sentó delante de un pequeño piano y en compañía del arreglo musical de Weston comenzó a tocar.

Los ojos de Nalani se abrieron de par en par mientras escuchaba cada parte de aquella melodía y más reconociendo cada arreglo en esta. Sí, eran sus arreglos y su madre estaba tocando junto a aquello que tanto le había emocionado hacer. Weston veía orgulloso y sonriente a Nalani mientras ella se acercaba emocionada, pues era una sensación única la que recorría su ser, y simplemente en ese momento supo que era aquello para lo que había nacido.

Finalizó la presentación de Kayla y todos aplaudieron eufóricos; había sido una melodía única y el arreglo musical ideal. Algunos lloraban, otros no lograban contener la emoción, y entre estos, ella misma estaba sorprendida por cómo había sonado lo que tanto había trabajado para su hija y estaba más que contenta, por lo que se dispuso a dar las clases a Weston y a alabarlo por el trabajo. Sin embargo, una vez este tomó el micrófono, mencionó que el responsable de ese gran arreglo musical no había sido él, sino alguien más, por lo que llamó a Nalani y la presentó como una gran y futura productora musical.

Todos quedaron sorprendidos y Kayla quedó en shock, pero lo que sin pensar, abrazó a su hija, haciendo que todos aplaudieran en ese emotivo momento conmovidos. Pasaron los días y Kayla había estado algo distante, por lo que Nalani se había preocupado un poco; sin embargo, un día su madre la llevó con Weston y allí le dio la noticia de que a partir de ese momento apoyaría la carrera de su hija si esta elegía ser productora y así mismo le regaló una pequeña consola musical para que comenzara a crear lo que más le gustaba.

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Pasaron los años y Malani se convirtió en una reconocida productora musical, haciendo que su familia se sintiera orgullosa de ella, lo cual no había sido nada fácil, pero aun así la felicidad de conseguir su pasión y vivir al máximo ese sueño era todo lo que la hacía estar feliz, haciéndola destacar como nunca y sobre todo demostrando que a veces en donde menos pensamos podemos toparnos con nuestros sueños.

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English

Since Nalani was born, Kayla strove to thoroughly instruct her in family customs, manners, etiquette, style, and, above all, music. After all, the family Kayla represented was one of the most distinguished and well-known families. She was even a renowned pianist who not only played the piano in the conventional manner, but had trained in a unique art, blending sounds and ways of matching notes to the point of being able to move even the most rigid and rigid classical musical style.

As the years passed, she experienced countless musical instruments, singing, musical styles, and everything else necessary to achieve a unique understanding of music; well, that was her mother's goal. However, something happened that Nalani, no matter how much she learned and mastered, never felt a real interest in any instrument or music. It was as if she simply couldn't find something that filled her with such love, and the more she tried something new, the same feeling came over her.

By the time she turned 15, she was a musical scholar; she had a unique voice and a way of understanding music that even surpassed her mother's. Of course, Kayla was very proud, but she still noticed her daughter's inexpressive way about all this. She knew it was strange that for her age she hadn't yet found her passion, and to a certain extent, it bothered her that she was just following along and developing in music without really feeling it. So, in preparation for her party, she tried to make it an adventure for Nalani.

Kayla had planned to compose a melody for her daughter and had everything ready. So, wanting to find the perfect chords and musical arrangement, she went to her good friend Weston, who had a small space where he produced music and was well-equipped for everything she needed. He even decided to have Nalani accompany her, since she wasn't yet fully familiar with everything that this area of music entailed. And at first, she was somewhat reluctant, since, to a certain extent, Nalani was beginning to find the whole musical world boring and monotonous.

She arrived and was cordial, sitting to one side and watching her mother discussing melodies with her friend Weston. She was a little intrigued by his manner; it was as if she were trying to decipher his style or what he listened to, since her family's custom was all classical and in the standards they had been taught, so for Nalani, Weston was someone new. However, she couldn't delve into those thoughts, because once she saw the music production area, her eyes fell as if she had seen a treasure. Her mother had told her about modulation and arrangement; however, it was the first time she had seen something of this style.

Weston sat in that chair in front of that large keyboard with buttons, levers, and various volumes, while his mother, on the other side, tried out small scores to see if she liked the sound of what she was composing. Almost instinctively, Nalani approached and, without flinching, asked directly what it was all about. He knew about Nalani; however, it was the first time he'd interacted with her, but that didn't stop him, like a dedicated teacher, from beginning to explain how, by slightly tightening and adjusting a melody, he could have effects and accompaniments capable of enhancing it. Even amidst all of that, he had Nalani press a modulator and change its frequencies, which gave what his mother was playing a humorous tone, making Nalani burst out laughing.

Kayla watched in disbelief as her daughter seemed to have genuine joy as she touched and moved every part of the various music consoles Weston showed her, which made her think that perhaps her daughter's passion wasn't something traditional. The weeks before the party passed, and Nalani insisted that her mother accompany her to see Weston so he could teach her more about this unfamiliar world. Although it filled her with doubt, just seeing her daughter's joy was more than enough reason to let her go. She didn't know it, but with each visit, Weston saw potential in Nalani to develop in that world and become a music producer. He knew Kayla might not agree, so he devised a strategy to convince her.

Weston taught her the necessary skills each time and was even surprised by how quickly Nalani learned, even adding initiative to each test, which only further highlighted Nalani's talent. He became increasingly convinced that this would be her ideal vocation. Nalani had received a melody from Weston that would be an accompaniment and told her he would let her work on it and let her be the one to make it shine. This thrilled her greatly. Each time she visited, he showed her progress and instructed her on whatever was necessary. Once it was finished, Weston told her he would let her hear it finished, along with the main melody, as a birthday present on her birthday.

The long-awaited day arrived, and everyone was amazed at how beautiful Nalani looked and how excited she seemed, since it was the first time they had seen her so happy. She was eager for Weston to show her the music, and so was Kayla, since she had left the composition in his hands with so much preparation and didn't fully know the final outcome of what she had worked so hard for her daughter. So she was very nervous when the moment arrived. She spoke a few words, explaining that she had composed a melody for her daughter and would play it for her right there. So she sat down in front of a small piano and, accompanied by Weston's musical arrangement, began to play.

Nalani's eyes widened as she listened to every part of that melody, recognizing every arrangement. Yes, it was her arrangement, and her mother was playing along with what she'd been so excited to create. Weston looked proud and smiling at Nalani as she approached, excited, for it was a unique feeling that ran through him, and in that moment, he knew it was what he was born to do.

Kayla's presentation ended, and everyone applauded euphorically; it had been a unique melody and the ideal musical arrangement. Some were crying, others couldn't contain their emotion, and among them, she herself was surprised by how what she had worked so hard for her daughter had sounded and was more than happy, so she began to teach Weston the lessons and praise him for his work. However, once Weston took the microphone, he mentioned that he hadn't been responsible for that great musical arrangement, but someone else, so he called Nalani and introduced her as a great future music producer.

Everyone was surprised, and Kayla was in shock, but without thinking, she hugged her daughter, causing everyone to applaud in that emotional moment. Days passed, and Kayla had been somewhat distant, so Nalani had been a little worried. However, one day her mother took her to Weston's and broke the news that from that moment on, she would support her daughter's career if she chose to become a producer. She also gave her a small music console so she could begin creating what she loved most.

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Years passed, and Malani became a renowned music producer, making her family proud. This hadn't been easy, but the joy of pursuing her passion and living that dream to the fullest was all that kept her happy, making her stand out like never before and, above all, proving that sometimes, where we least expect it, we can stumble upon our dreams.